La falta de propuestas sobre cuidado del ambiente en la actual campaña indica que no existe preocupación por este tema
Como cada año, hoy, 5 de junio, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, establecido en 1972 para marcar la apertura de la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano. Se trata de un día que invita a estimular a las personas para constituirse en promotores activos del desarrollo sostenible y realizar un cambio de actitud en materia ambiental que garantice que todas las naciones y personas disfruten de un futuro más próspero y seguro.
Cada año se establece un lema diferente, vinculado con las necesidades o problemas más importantes de la temática ambiental, lo que genera acciones en todo el planeta. En esta oportunidad el lema para el Día Mundial del Medio Ambiente es "Su planeta lo necesita a usted unido para combatir el cambio climático", y sin duda refleja la urgencia para que las naciones concierten un nuevo tratado en la convención crucial del clima que se reunirá en Copenhague, Dinamarca, a fines de este año.
Como dentro de pocos días habrá elecciones nacionales, en las cuales se votará, en los 24 distritos, para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, es oportuno preguntarse si dentro de las escasas propuestas presentadas alguno de los candidatos de las principales fuerzas ha incorporado de manera seria una de las temáticas más esenciales y sin duda verdaderamente transversales, en el sentido literal del término, que aquejan al mundo: el ambiente, el clima, su estado y su conservación.
Por cierto que la respuesta es muy desalentadora. No porque exista un vacío enorme, sino porque esa ausencia no hace sino predecir lo que puede llegar a ocurrir en la materia en la Argentina.
Tal vez el hecho de que cuando el Poder Legislativo, en forma unánime y con verdadera vocación de progreso, se pronunció en materia ambiental (como cuando votó por unanimidad la ley de protección de glaciares) y fue descalificado por el veto presidencial, ha generado un previsible retroceso en la materia, lo cual ha impedido que exista una verdadera política ambiental en el país.
El análisis inteligente y la discusión del tema, si es que alguna vez existieron, retrocedieron hasta hacerse invisibles, y el tema ambiental no se trata si no es por cuestiones muy concretas, presentadas con una retórica mediocre y sin duda temerosa del verdadero cambio.
Por eso, el Día Mundial del Medio Ambiente se presenta como una ocasión propicia para reflexionar sobre el tema, más allá de los oportunismos, de la manipulación mediática, de los intereses inconfesables y de las ideologías petrificadas. Se trata de prepararnos para vivir en un mundo donde será necesario solucionar los problemas de contaminación, de cambio de clima, de pérdida de biodiversidad, de destrucción de hábitats y paisajes.
Sería verdaderamente revolucionario que este día pudiera provocar una reflexión para que se alentara el cambio de nuestro comportamiento de modo de entablar una mejor relación con el planeta y de estar a la altura de lo que se está discutiendo hoy en el mundo. Un desafío, en fin, que permitirá llevar una vida digna a las generaciones futuras. Sin un cambio en esa dirección, la vocación de progreso, en un país todavía rico en recursos naturales, desaparece.
Fuente_http://www.lanacion.com.ar/1135833
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